El Emprendedor con apellido Social
Hola Amigos,
Ante
todo mi agradecimiento a la Asociación Española de Emprendedores Sociales por su
invitación a unirme a este sitioweb con mis opiniones y comentarios. Seguidamente
quiero felicitar a promotores y membresía por esta iniciativa que sin duda
tendrá frutos futuros. Y dicho
esto, echemos una mirada a la figura del emprendedor social, por el momento “rara
avis” incluso dentro de lo que se ha venido en llamar emprendimiento.
Habitualmente,
y me temo que también en la Administración Pública, se confunden los conceptos
de empresario y emprendedor. Quizás debido a la mala imagen que para muchos
proyecta el empresariado o simplemente por moda, se está sustituyendo la
palabra empresario por emprendedor, sobre todo cuando nos referimos a pequeñas
y muy pequeñas empresas (pympes) o al arranque de nuevos negocios.
Si
tomamos el concepto del Diccionario de la RAE emprendedor es quien lleva a cabo
la acción de emprender, y emprender es
acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran
dificultad o peligro. Por el contrario, para la RAE empresario es el titular propietario o directivo de una industria,
negocio o empresa.
Es decir
existen dos diferencias: para ser empresario-propietario habría que haber sido
antes emprendedor, y en esa fase inicial podría haber habido dificultad o
peligro. Bueno,
no os asustéis. Dificultad o peligro siempre hay cuando te lías la manta a la
cabeza. No olvides que si tenéis el valor
de afrontar fracasos siempre tendréis fracasos(*)… antes de alumbrar algún
miniéxito que os conduzca al gran éxito.
Bueno,
pues ya sabéis que inicialmente necesitáis valor para dos cosas: arrancar
vuestra idea y estar preparados para los fracasos que sin duda van a venir para
desmoralizaros, cosa que nunca debéis permitirles. Pau
Garcia-Milá , un emprendedor, ya empresario, explica muy bien que cada a uno de
sus proyectos los llamaba “Fracaso 1”, “Fracaso 2”, así hasta su gran éxito que
antes de serlo se llamaba “Fracaso 11”. Si aún no conocéis su historia podeis
verlo en este video Entrevista a Pau García Mila, de eyeOS
Pero si
además de emprendedores decidís ser emprendedores sociales tenéis más mérito
aún. Porque un emprendedor con apellido social se diferencia del que no se pone
apellido en que no os estáis embarcando en semejante lio por la simple y loable
aspiración de ganar dinero, incluso de forraros si las cosas salieran
medianamente bien. No, no. A vosotros, los emprendedores sociales os mueve
solucionar una necesidad social. No es el lucro el fin único, sino satisfacer
una carencia pensando en el bien común que, como todos sabemos, no es nada
común. Si conseguís que además sea rentable ese proyecto social es perfecto.
Pues bien,
en el tema económico habéis dado en el clavo. Es probable que lo vais a
conseguir sin demasiado esfuerzo. Me refiero a que no os vais a forrar. Eso muchas
veces no lo consiguen ni los que se esfuerzan por ello.
Así es
que los emprendedores sociales partís con un objetivo asegurado de entrada.
ENHORABUENA ¡!! Un objetivo DONE!!!
Como
veis, vuestra elección está en el buen camino. Os lo aseguro. Valga esa primera
demostración como prueba.
Si
además tenéis una buena idea…
Si
además ponéis entusiasmo, pasión, energía …
Y un
pelín de sentido común, (que adolece de la misma escasez que el antes mencionado
bien común)…, tenéis el rumbo bien orientado y podéis,
debéis diría yo, arrancar vuestro vehículo de la ilusión hacia vuestros destinos
imaginados.
Os deseo
un feliz viaje. De
cuando en cuando apareceré por una curva del camino para comentar juntos
algunas incidencias del viaje, precauciones a tomar ante encrucijadas, caminos
equivocados que otros tomaron y no encontraron salida, etc, etc.
Suerte y
hasta pronto en esta sección
RafaCamara
(www.rafacamara.com)
(*) Esta
frase no es de ningún personaje. Sólo quería que repararais en ella. Porque ya
sabéis: “Lo dijo Kant = filosofía; lo
digo yo = tontería”. Esta frase sí es mía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario